Salí con mi cámara el martes a caminar por un momento y cuando llegue a Long Island City vi a muchos jovencitos tomandose fotos antes de ir a su Prom. Me acerque a uno de ellos y les pedi que me dejen tomarle fotos. Ellos accedieron a mi petición a pesar que nunca nos conocimos y que el shoot no estaba previsto. Sin embargo tan pronto tome la primera foto y les mostré a ellos todos quedaron fascinados y aun con mucho mas gusto sus familiares y amigos también me aceptaron dentro de su grupo. Aquí esta lo que podemos aprender de esto: 1) Hay muchas mas posibilidades de practicar cuando se hace un esfuerzo y se sale que cuando se queda en la casa y espera que su fotografía mejore. 2) Las personas accederán a su petición dependiendo de la manera que les pida. 3) Si ellos les dan una oportunidad uno tiene segundos para crear una buena impresión y demostrar la experiencia de uno. 4) Cuando ellos ven su trabajo ellos accederán a retirarse o quedarse dependiendo de cuan feliz estén con los resultados. 5) Esta no es una manera ni oportuna ni eficaz de conseguir clientes pero shoots como estos me han llevado a hacer bodas y fiestas de quinceañera. Sin duda alguna, soy una persona de mucha suerte.
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